15.7.07

Borat

Recientemente he tenido la oportunidad de ver la película de Borat. El argumento es sencillo: un reportero kazajo es enviado a Estados Unidos para realizar un documental sobre el estilo de vida en el país americano. Pero lo que pretende ser una feroz crítica contra ese estilo de vida norteamericano, se basa en dejar una imagen totalmente ridícula de Kazajstán y de sus habitantes.

Para abrir boca y la película, el protagonista nos muestra el pueblo en el que vive y los que son sus vecinos, gente tan diversa como el violador, al que define como "malo, malo", el electricista y abortador, que son la misma persona, o su propia hermana, de la que dice orgulloso que es la cuarta mejor prostituta del país. También tiene un hermano retrasado mental que vive encerrado en una jaula. Del mismo modo podemos descubrir algunos de los reportajes que le han llevado a ser el segundo mejor reportero del país (se ve que en Kazajstán les apasiona hacer clasificaciones de todo), como algo que simula ser un encierro de San Fermín, pero que en vez de toros, son judíos los que atemorizan a la gente. De hecho, durante toda la película se meten indiscriminadamente con los judíos.

Posteriormente, y acompañado del productor, Borat se marcha a Estados Unidos, Nueva York más concretamente, donde da rienda suelta a todo aquello que suele hacer un kazajo cuando sale de su país: tratar de saludar a todo el mundo por la calle dándole dos besos, lavarse la cara con el agua del retrete o confundir el ascensor del hotel con la que debe ser su habitación. Todo típicamente kazajo.

Más tarde, viendo un capítulo de Los vigilantes de la playa, se enamora de Pamela Anderson, y decide ir a California para casarse con ella. Por el camino (irá en coche), se encontrará con una serie de personajes con los que pretende realizar esa crítica al estilo de vida estadounidense, pero más parece que quiera reírse de los kazajos, que me pregunto qué le habrán hecho a este hombre para que se meta con ellos de esa manera.

Estados Unidos es un país muy criticable, sin duda, pero la crítica de esta película, que pretende ser mordaz, se basa es hacerlo con estadounidenses concretos, en situaciones concretas. Es algo parecido, aunque en otro ámbito, a aquel reportaje en el que paraban a norteamericanos por la calle para preguntarles, mapa en mano, por la situación exacta de Irak. Y todos nos sorprendimos y, en algunos casos, indignamos al comprobar la total ignorancia al respecto, así como de la situación geográfica de otros países como China o Korea. O nos enfadamos también cuando demuestran que no saben dónde está España. ¿Y si lo hiciéramos al revés? Deberíamos salir con un mapa a la calle de una ciudad española, como Madrid o Barcelona, y pedirle a la gente que nos encontremos que nos señale dónde se encuentra Soria, Albacete o Cuenca. ¿Lo sabrían todos? O, si de lo que hablamos es de geografía internacional, que nos indiquen dónde se encuentra Guatemala... o Perú... o incluso Nigeria. Porque catetos los hay en todos lados, y las cosas que se critican en el film podrían darse perfectamente en cualquier otro país que no fuera Estados Unidos.

Y con esto no pretendo defender ni al pueblo estadounidense ni a su modo de vida, pues tienen algunos aspectos que no compartiré jamás, pero si queremos hacer una crítica, deberíamos hacerla de manera coherente y dejar de ver tanto la paja en el ojo ajeno y empezar a ver la viga en el nuestro.