24.9.07

Preguntas chorras

Hay días en los que uno se encuentra a todos los tipos raros que puede encontrarse, y que a uno le hacen las preguntas más tontas, más obvias o más surrealistas que pueden hacerse.

Caso 1: Iba ayer camino al estadio Vicente Calderón con mi amigo Javi, también conocido como Camisón, Paco, Manolo o el fan de Cleber Santana (dudo que tenga alguno más). Tal y como solemos hacer últimamente, íbamos vestidos con nuestras camisetas del Atleti, en un acto de amor a los colores que hasta ahora no habíamos demostrado. Como habíamos ido en coche, lo aparcamos a una distancia considerable del estadio, hacia donde nos dirigimos después para tomar algo antes del encuentro. El caso es que nos cruzamos con un señor, que en un alarde de perspicacia propio del más avezado de los guardias civiles nos preguntó: "Oye, ¿hoy juega el Atleti?". "No, es que nos gusta ir así vestidos por la calle habitualmente, no te jode", fue la respuesta que se me vino a la cabeza aunque por suerte, mi educación de colegio de curas y mi indudable saber estar me hicieron responderle con un escueto "Sí".

Caso 2: Una vez en el bar del estadio, mientras tomábamos algo y hablábamos sobre el sentido de la vida, se nos acercó otro señor.

Señor: Perdonad, ¿puedo haceros una pregunta?
Tu ídolo: Si es fácil sí.
S: Sí, sí, es muy fácil. ¿A vosotros os gustan las motos?

(Horror, ahora un tío que nos va a querer vender la moto, nunca mejor dicho).

TI: Nada, no demasiado, verlas de vez en cuando en la tele, pero poco más.
S: Sí, a eso me refería, era para preguntaros qué opináis de la escudería del Atlético de Madrid.

(Pues no sé, pero como sea igual que el equipo de fútbol no ganarán ni en ciclismo).

TI: Pues ni idea, la verdad, sólo veo la MotoGP y no siempre, si pongo la tele y está, lo veo.
S: Ya, pero para llegar a MotoGP hay que pasar por las categorías inferiores. Es como si se quiere llegar a Primera División sin pasar por los equipos inferiores.

(Joder, sí, pero que la gente tenga que pasar por las categorías inferiores no implica que yo me lo tenga que tragar).

TI: ...
S: Bueno, sólo era una pregunta, no os molesto más.

(Joder, menos mal).

TI: Nada hombre, no te preocupes.

21.9.07

Sí, pero no

¿De qué hablar, de qué hablar? Tanto tiempo hace que no escribo nada, que tendría un sinfín de motivos de los que podría hacerlo, pero que en el fondo no me motiva en exceso. Aunque si tuviera que hablar de algo, indudablemente sería de las vacaciones. En esos días de asueto en los que uno está libre de tener que madrugar, de tener que hacer lo mismo que durante el resto del año, decidí ir a gorronear miserablemente casa, primero a mi hermano en Barcelona, más tarde a mi amiga Laura en Calafell, vuelta a casa de mi hermano para terminar, más miserablemente que nunca por mi parte, una semanita entera en casa de mi otra amiga Laura (La Malandrina, con mayúsculas) en Londres. Y durante todos esos días podría contar un montón de anécdotas, como el hecho de que para mi estancia en la capital inglesa, mi anfitriona se había gastado 50 libras (unos 75 leuros) en un colchón hinchable de esos enormes... para terminar yo durmiendo en el sofá. De hecho, no sé exactamente cuál es mi manía al respecto, porque en la casa de la otra Laura en Calafell, también terminé en el mismo sitio para dormir. Lo raro fue que en casa de mi hermano no hiciera lo mismo. Al fin y al cabo, no sería la primera vez.

Y como tampoco me apetece escribir acerca del partido del West Ham que pude ver en directo, ni de la sesión de gilifotos que nos hicimos por las calles de Barcelona a las dos de la madrugada con un par de copas encima, ni de las idas y venidas hechas en Calafell a la playa, simplemente me limitaré a poner el video de la canción que nos dio por bailar a mi hermano y a mí durante esos días, muy a pesar de mi cuñada, cuya paciencia sólo es comparable a nuestra pesadez.

Y como diría mi tía, "buenoadiós".