17.7.05

Vídeos de primera

Hoy he tenido la oportunidad de ver, en un programa de vídeos caseros de esos que supuestamente deberían hacernos reír, una serie de accidentes de esquiadores y de caídas bastante fuertes, con las risas enlatadas de turno sonando de fondo. Algunas caídas eran realmente escalofriantes, lo cual me lleva a preguntarme dónde se encuentra el límite entre lo gracioso y lo espeluznante. Posiblemente, en las consecuencias del accidente en cuestión.

A nadie le importa ver un percance de un esquiador anónimo despeñándose montaña abajo. No tiene una cara, no tiene un nombre, no se le puede relacionar con ningún conocido. Pero, ¿realmente es gracioso eso? ¿Puede haber alguien que se ría de semejantes percances? Un tío mío murió esquiando en los Alpes en un terrible golpe contra un árbol. Si eso lo hubiera captado un videoaficionado, ¿sería digno de verse en un programa de éstos?

He de reconocer que a mí hay golpes que me hacen caerme del asiento de la risa. Pero son golpes tontos, intrascendentes, que lo único que te puede doler al sufrirlos es el orgullo y, quizás, alguna parte de tu cuerpo durante unos días. Creo que, en mayor o menor medida, a todos nos hacen reír esas situaciones, pero hay que diferenciar un poco entre lo gracioso y lo macabro, o terminaremos grabando en vídeo un atentado como el del 11-M para echarnos unas risas viendo cómo la gente vuela por los aires.

Incluso para los programas de humor hace falta un poco de seriedad.

1 comentario:

  1. A mí me gustan más los de accidentes en los rallies, porque puede palmar más gente. Proporcionalmente, tendrías que reírte más...

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