15.7.06

Días de fútbol


Un grupo de treintañeros conocidos del barrio en el que han vivido siempre (en este caso, el madrileño barrio de la Elipa) deciden formar un equipo de fútbol 7, con el fin de ganar algo por una vez en su vida. Los integrantes de este nada usual equipo son: Jorge. La típica persona cuadriculada, que tiene todo organizado en la vida y que pretende que las personas que le rodean la tengan también. Su novia le deja cuando, tras dos años viviendo juntos y ocho como novios, decide pedirle que se case con él. Ramón. Conductor de un autobús escolar, de humor un tanto irascible, que tiene a su mujer embarazada. No sabe a quién odia más, si a su mujer, a su suegro o a los niños del autobús que conduce. Gonzalo. Estudiante. Lleva varios años con una asignatura para terminar Derecho, y no parece que esté muy por la labor de aprobarla. Carlos. Actor fracasado con delirios de grandeza. Miguel. Policía, cantautor frustrado, maltratado psicológicamente por su mujer, ridiculizado por sus compañeros... Antonio. Ex presidiario con cierta facilidad para imponer su fuerza y que sale de la cárcel decidido a ser psicólogo. Serafín. El amigo de Antonio de la cárcel, licenciado en trapicheos

Esta es, a grandes rasgos, la columna vertebral de esta película que tanto éxito tuvo en España en 2003. No sin justificar. Los diálogos y situaciones hacen que uno esté casi sin parar de reír durante unas dos horas. Hoy he tenido la oportunidad de verla por enésima vez. Y al igual que los anteriores visionados, he vuelto a pasar un buen rato. Sin embargo algo ha ensombrecido la alegría. Y ha sido el darme cuenta de lo terriblemente reales que son los personajes. Personajes que, por unos motivos u otros, no son precisamente unos triunfadores. Un contable al que el jefe le tiene crucificado y explotado de mala manera, pero que tiene una dedicación plena a su trabajo. Un policía nacional que es el hazmerreír de todos, compañeros, familia... Un ex presidiario decidido a ser psicólogo y al que se le viene todo encima en el primer examen. ¿Por qué nos hace tanta gracia ver el sufrimiento ajeno? Son películas llamadas comedias, pero que tienen un trasfondo dramático al estar sus protagonistas en situaciones claramente adversas.

O como aquella otra película que hace unos años dio la vuelta al mundo con la vitola de "la comedia del año" llamada Full Monty. En ella, la sombra del desempleo flota constantemente, y su protagonista principal, Robert Carlyle, decide montar el famoso grupo de striptease para recuperar a su hijo. Las dos son consideradas como unas buenas comedias, y en ambas uno puede reírse a carcajadas mientras las ve. Pero indudablemente el trasfondo suele ser dramático. ¿Qué es lo que nos hace tanta gracia? ¿Será comprobar que hay alguien más patético que nosotros mismos y comprobar también lo mal que lo pasa?

3 comentarios:

  1. Pos a mí siempre me pareció tristísima. La hermana que está casada con el poli me parece una hija de la gran puta, de paso.

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  2. debo confesar que no la vi, pero coincido con vos en eso de porque algunas comedias que son tan duras y reflejan tanta verdad hacen reir, bueno, en realidad a mi no mucho, a veces pienso que no tengo mucho humor, pero es muy raro que me ría en una "comedia dramática" o cuando en los dramas cuelan algun que otro chistecito...

    el más claro ejemplo en esto lo tengo del dia que fui a ver Titanic en el cine... es obvio que es un drama, pero en la primer hora y medioa la gente se piensa que es una comedia, y recuerdo una escena en que el iceberg acababa de chocar contra el barco, y la gente se empezaba a desesperar y en un momento, en un pasillo hay una familia tratando de leer los carteles para saber para que lado ir, y eso provoco una carcajada en todo el cine, yo me quedé pasmada... como puede ser posible que nos riamos de una situación asi, tan desesperante... no lo se...y asi tengo miles de ejemplos de cines...

    perdon que se hizo largo el comentario (je)

    ah, me encantó eso de la luna y el sol que pusiste en el chat de mi blog jajaja

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  3. reirse del sufrimiento ajeno es la base del humor negro. y sí, en la mayoría de los casos la gente se rie de las desgracias porque siente que lo suyo no es tan grave. Pero el mérito del cineasta es que sabe mostrarnos algo triste o doloroso como no tan grave, nos lo pone simpático y nos hace sentirnos no tan mal con lo malo que nos pueda estar ocurriendo.
    Pero eso ocurre no solo en el cine. Cuando alguien se cae el resto se rie. Cuando alguien se equivoca al hablar el resto se rie. Es caso un reflejo nervioso.

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