14.6.05

Diario de una tele encendida (Mortales iluminaos)

Hay quien se ríe de las desgracias ajenas,
y para eso vive, ¡qué pena!
Hay quien avanza hacia el sueño eterno,
con lo puesto, con problemas y endeudao.
Hay quien valora la imagen, lo de fuera,
el resto ni siquiera lo contempla.
Hay quien destroza todo cuanto le rodea
¡genial! ¡absurda tarea!
Y la Tierra se cabrea
y la aldea ahora es dolor.
La tristeza hoy nos muestra
las caricias del ciclón.

Hay quien saca figuras de madera
cargás de joyas y velas en procesión.
Unas veces, unas veces pa que llueva,
otras pa que hagan milagros o por adicción.
Hay quien juega con la carretera
traje de madera y una cruz.
De 0 a 100 en menos de tres segundos
joder, en menos tiempo pal otro mundo.
La velocidad desquicia. Quieto, quieto parao,
me quiero bajar.
Condenados a las prisas y al estrés encadenados.

Hay quien se cuida y vive pa comer
engorda, no come pa vivir.
Hay quien se esfuerza, se esfuerza en joder
y jode simplemente pa sentir.
Hay quien se droga pa encontrarse y evadirse
y logra convertirse en superficial.
Hay esclavos enganchaos al consumismo
sin rejas y en libertad.
Y traga, traga, traga, traga
y nada de escatimar.
Lo que sobre se tira
que alguien lo recogerá.

Y es verdad que la mentira tiene,
tiene algo de verdad.
Y es mentira que todo sea verdad.
La política da risa, los políticos aún más.
En sus manos nuestras vidas
somos el agua de su caudal.
El hemiciclo es un circo,
señorías, seriedad.

Hay quien pare odio y miseria.
Hay quien fomenta sufrimiento y dolor.
Hay quien aumenta la diferencia
entre la opulencia y la desolación.
Hay quien pone precio a chorradas
que carecen por completo de valor.
Hay quien tira el dinero en armas
pero no fumes que el tabaco mata.

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