16.6.05

La ley de Murphy

La ley de Murphy dice en su enunciado que si una cosa puede ir mal, irá mal. Lo que no dice es que si te pones chulo, igual puede ir peor aún. Y eso lo pudimos comprobar el fin de semana pasado mi amigo Gonzalo y yo, durante el transcurso de un día que se preveía de lo más divertido, y que terminó siendo divertido.... a su manera.

El plan: Sábado 11 de junio. Concierto en Guadalajara de Burning. El día giraría en torno a tan magno acontecimiento. Decidimos ir a comer a Chinchón, concretamente al restaurante que tiene allí montado el Fortu, cantante de la mítica banda Obús. Haríamos un poco de turismo por allí y después marcharíamos a la ciudad castellano manchega para saborear el plato fuerte de la noche. Todo saldría perfecto.

La realidad: Llegamos a Chinchón a eso de las tres y pico de la tarde, ansiosos de probar la carne que se asa en Casa Fortu. Aparcamos donde podemos y nos ponemos a buscar dicho mesón o restaurante, para lo cual contamos con la inestimable ayuda de un paisano, que nos indica claramente dónde se encuentra el lugar. Cuando llegamos, descubrimos con estupor dos cosas: 1. Hemos aparcado el coche al lado y hemos dado una vuelta realmente estúpida, y 2. Un cartelito en el que se lee que por causas ajenas a Casa Fortu, el local permanecería cerrado a mediodía. También es casualidad. Gonzalo comenta entonces que eso es un mal presagio. Nos metemos, hambrientos como estamos, en el bar de al lado, con la sana intención de meternos para el cuerpo alguna tapa, que a esas horas nos iba a sentar de maravilla. Y todo va bien (unas bravas y unas croquetas se encargan de ello), hasta que la cocinera nos saca dos vasos llenos de un líquido blanco, parecido a leche. Nos dice que a ver si nos gusta, que es gazpacho. Mal hicimos en tomarlo, porque estuvo toda la tarde repitiéndosenos. Con el aliento apestando a ajo, cogemos el coche, tras volver a dar otra estúpida vuelta, aún más estúpida que antes, y salimos zumbando a Guadalajara, rumbo al rock and roll.

Guadalajara: A esta ciudad llegamos como a las seis y pico de la tarde, todavía con el aliento apestando a ajo y con un agujero en el estómago. Lo primero será comer algo. ¿Y cuál es la comida típica de Guadalajara? Pues no lo sé, porque terminamos en un Burger. Todos los bares que vemos tienen la cocina cerrada, así que terminamos saboreando una nutritiva hamburguesa de tan prestigioso local. Nos enteramos poco después de la existencia de un concierto en un campo de fútbol al que nos indican cómo ir, en el que tocan "M-Clan y otros dos grupos". Nos dirigimos allí. Mientras, voy llamando a Kacho, batería de Burning, para que nos confirme el lugar. Pero no me contesta. Tras estar un buen rato en la puerta del recinto haciendo el capullo, nos decidimos a preguntarle a un guardia jurado la composición del cartel del concierto. "M-Clan, Mikel Erentxun y La sonrisa de Julia". En un momento, todo nuestro sábado se fue al garete.

Vuelta a casa: Con el rabo entre las piernas. Cabreados. Aun así, y como somos tontos, decidimos ir a tomar una copa al bar del Johnny (cantante de los Burning) en el madrileño barrio de Aluche. Evidentemente, él no está. Llegamos a tiempo de ver el final de la copa del Rey entre el Betis y Osasuna. "Venga, a ver si por lo menos gana Osasuna". Victoria del Betis. ¿Es que ni esto puede salirnos bien hoy? Mejor vámonos a casa, no sea que aún nos pase algo peor.

Al día siguiente, tras lograr hablar con Kacho, me entero de que el concierto había sido el viernes. Y es que hay días que es mejor no levantarse de la cama más que para ir al baño. Y si me apuras, ni eso.

4 comentarios:

  1. Si el Fortu cocina igual que canta, en esa parte salisteis ganando.

    Lástima que os perdiérais el capítulo en el que Coco explicaba la diferencia entre "viernes" y "sábado".

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. Es que nadie dice que Fortu sea el chef. Quizás sólo sea el relaciones públicas. Lo cual tampoco, anima, por otro lado. En ese caso, ¿qué haría si fueran los hermanos Castro a comer allí? ¿Diría de eso no queda, que se jodan los demás?

    Me da a mí que os dieron Ajoblanco, que, como su nombre indica, lleva ajo, no sé si con almendras.

    El anterior post lo borré porque le di a la tecla que no era. Ponía "supongo".

    ResponderEliminar
  4. Creo que sirve los platos al grito de "Ooohhhh, verduuuuuraaaaa".

    ResponderEliminar